Data from Tiempo3.com
Hablo de nosotros

Por Jesús Martín Rodríguez Caro

Alcalde-Presidente de Valdepeñas

A simple vista puede resultar inverosímil que quienes dicen trabajar por esta Comunidad, quienes fueron elegidos para ese fin y a ese fin se comprometieron, en un tema tan fundamental como es el agua para una tierra que se bautiza sin agua: La Mancha (Al Manxa, tierra sin agua -o la seca-, como la bautizaron los árabes), esos que juraron o prometieron por su honor defender los intereses de Castilla La Mancha no lo hagan.

A simple vista puede resultar insólito que quienes aspiran a gobernar esta tierra seca, esquilmada en sus acuíferos, porque los ciclos de sequía y un trasvase contra natura obligaron a sus moradores en los últimos treinta años a buscar el agua en sus entrañas para no morir en los versos de Juan Alcaide, “con sed boca arriba, suplicando”, estos que juraron o prometieron por su honor defender los intereses de Castilla-La Mancha, acuerden un día en sus Cortes Regionales ponerle fecha de caducidad el trasvase Tajo-Segura y al otro, en su presentación a las Cortes de España -de las que por cierto no distan de las nuestras más de cien kilómetros, media hora de AVE, y para más INRI cruzar el Tajo-, dijeran lo contrario. Esto es, que había que replantearse lo de la caducidad en aras a la solidaridad de quienes, al albur de sostener una agricultura sostenible, especulan con una economía inmobiliaria y turística a la que los castellanomanchegos no podemos acceder por que carecemos de un trasvase que nos permita anunciar a bombo y platillo que, en nuestras urbanizaciones no falta agua para llenar piscinas de recreo y regar campos de Golf donde otros, en Valdepeñas, mi pueblo sin ir mas lejos, han de hacerlo con agua reciclada haciéndonos menos competitivos en su explotación por los costos de mantenimiento.

A simple vista puede resultar extraño que quienes critican un día si y otro también la política agraria del gobierno de Castilla La Mancha, cuando tienen que defender aquello que la puede hacer competitiva y de lo que se alimenta la tierra esto es, el agua, retrotraigan su discurso y digan en ruedas de prensa todos los días que la reforma del Estatuto ha fracasado por culpa del Presidente de Castilla-La Mancha. Según ellos y ella, desde aquel punto de partida que ponía fecha de caducidad al trasvase hasta la vergonzante última enmienda que presentaron en la Comisión anulando la potestad de reserva de 4.000 hm3, sólo hay una cuestión de semántica…

Los valdepeñeros y valdepeñeras que con no poco esfuerzo conseguimos, junto con otros 30 municipios de las provincias de Cuenca, Albacete, Ciudad Real y Toledo, incorporarnos a la tubería de la Llanura Manchega para que desde la cabecera del Tajo nos pueda llegar agua de boca a nuestro depósito regulador, en base a la reserva que el Estatuto solicitaba, el día (Dios no lo quiera) que abramos el grifo y no salga agua porque en Murcia, al albur de una agricultura sostenible se están regando los campos de Golf, ¿qué le diremos a los ciudadanos?; que es sólo una cuestión de semántica… ¡hay que tener poca vergüenza!

A simple vista todo esto puede parecer kafkiano o delirante pero si lo analizamos racionalmente no lo es. ¿Qué ha ocurrido para que quien se postula para gobernar esta tierra nuestra la traicione de una forma tan burda como lo ha hecho y ahora se burle de los ciudadanos niguneándolos con explicaciones semánticas…?, ¿Tiene respuesta esta pregunta?, la tiene. Para entenderla tenemos que saber de qué estamos hablando:

El trasvase Tajo-Segura es una infraestructura de 300 kilómetros de longitud y es una de las obras hidráulicas de ingeniería más grandes realizadas en España. Los primeros proyectos datan de 1933 aunque finalmente las obras no se iniciaron hasta 1966, dentro del marco de los proyectos de desarrollo económico que caracterizan la planificación económica franquista en la década de los 60. La obra se dio por completada en 1979. Mediante este trasvase, se deriva agua del río Tajo desde los embalses de Entrepeñas (provincia de Guadalajara) y Buendía (provincia de Cuenca) al río Segura a través de la presa del embalse de El Talave, desde donde se distribuye a Murcia, Alicante y Almería, después de cruzar Castilla-La Mancha a través de tres de sus cinco provincias: Guadalajara, Cuenca y Albacete. Hago este recordatorio porque no pocos pueblos de estas tres provincias castellano manchegas saben lo que es la sed al mismo tiempo que ven pasar el agua del Tajo por la puerta de sus casas.

En la actualidad la zona de influencia del trasvase comprende una superficie de 74.845 hectáreas, repartidas entre las comunidades de Murcia (43.355 ha), Valenciana (Alicante 29.628 ha) y Andalucía (Almería 1.862 ha). La necesidad hídrica anual se calcula en 439 hm3  anuales.

El trasvase es un problema económico y político en si mismo. Lo es para Castilla La Mancha porque lo sufre desde hace más de seis lustros impidiéndole y frenándole un desarrollo de abastecimiento y explotación en hectáreas -cuando menos igual a las que ahora de él otros se benefician-. Y lo es para los receptores: Murcia, Valencia y Andalucía (léase Almería), porque el Tajo no es la cornucopia sempiterna del mana, tiene límites (los que hoy le impone la Ley y mañana le impondrá, con Estatuto de Castilla-La Mancha o sin él, la necesidad). Con lo que los que hoy se aprovechan de él, a la vez que les ha hecho crecer, les pone freno al crecimiento. Y estos beneficiarios, lejos de desarrollar políticas a largo plazo con inversiones en la desalación (todos tienen mar), hacen una política a corto y se la imponen a la Secretaria General de su partido, y ésta, candidata ella a gobernar Castilla-La Mancha, apela a nosotros en aras a la solidaridad, olvidando que la solidaridad ha de ser de ida y vuelta, que el Tajo por generosidad de la madre naturaleza es mayoritariamente del territorio de Castilla La Mancha y que los ríos -al contrario que las opiniones- aunque sean trasvases nunca se dan la vuelta.

En esta disyuntiva, la Sra. Secretaria General del Partido Popular candidata a gobernar Castilla-La Mancha, cuando ha tenido que escoger entre ser leal a la tierra que juró defender o dar satisfacción a sus barones de Murcia y Valencia, como no es río, se ha dado la vuelta.

Siendo esto así, me permito hacer algunas consideraciones. Primera, ¿por qué ella sacrifica su ambición por Castilla La Mancha a cambio de las de sus compañeros Valcárcel y Camps? La respuesta no es una cuestión semántica… En Murcia y Valencia está gobernando el Partido Popular, estas Comunidades juntas suman más diputados que los que Castilla-La Mancha aporta en unas Elecciones Generales. Por qué arriesgarse a perder Valencia y Murcia a cambio de una hipotética victoria en Castilla-La Mancha. Mejor hacerles ver de forma palmaria a los murcianos y valencianos que han ganado la batalla del agua para que sigan votando al PP. Porque a fin de cuentas para los ciudadanos de esas comunidades es más importante el agua del trasvase que el caso Gürtel, los trajes, y los imputados en esa soga de mangantes que le están saliendo al Partidlo Popular entre las sisas de sus costuras. No hay otro planteamiento para entender esta felonía a Castilla-La Mancha.

Segunda. A sensu contrario, el Presidente Barreda tiene el mismo problema con sus compañeros murcianos, valencianos y andaluces. Empecinarse primero en ponerle fecha de caducidad al trasvase, y no rebajar después ni una gota de los 4.000 hm3 (en aras a la solidaridad con los territorios receptores), es enfadar mucho al electorado de esas comunidades como para que el Partido Socialista pueda ganar o mantenerse en unas elecciones. No digamos ya si caemos en la cuenta de que en Andalucía gobiernan los socialistas, la actual vicepresidenta primera del gobierno de España, Sra. de la Vega, es candidata por Valencia y la actual Secretaria General del PSOE, Sra. Pagín, también lo es. ¿Por qué ha podido entonces Barreda mantener el voto unánime del PSOE a nivel nacional en apoyo del Estatuto de Castilla-La Mancha y la candidata del PP no? La respuesta es clara, a esta tierra hay quien la quiere y hay quien la usa. Pero en fin, esto es tan viejo como la historia, cuando Casio, coadjutor del asesinato de Julio César, presentó el cadáver del emperador al pueblo lo hizo alegando que él “no había matado a César porque no lo quisiera, es que a Roma la quería más…” cuestión de semántica. Es obvio que el PP quiere más a Murcia y a Valencia.

Lo sorprendente de todo cuando hasta aquí se ha dicho -con ser el busilis- no es tanto el desprecio que se ha hecho a Castilla-La Mancha como la forma en que se ha hecho y, no digamos ya, como lo están explicando.

¿Cómo puede una dirigente (Secretaria General de un Partido llamado a gobernar España), mantenerse impasible y somormuja en su despacho de las Cortes Generales mientras el Sr. Valcárcel, Presidente de Murcia y subordinado suyo en el partido, se pavonea ante los medios de comunicación -antes, durante y después- de haber inspirado las enmiendas que dejan sin argumentos al Estatuto de Castilla-La Mancha siendo ella pretendiente a gobernarla? Sólo hay dos respuestas: o la Señora ha vendido a Castilla-La Mancha para poder seguir siendo Secretaria General de su Partido, o es que manda en el PP menos que yo en su casa.

Lo más patético para  nuestra común historia de cuanto hasta aquí ha acontecido, es ver el papelón sofista de los dirigentes regionales, provinciales y locales del Partido Popular de Castilla-La Mancha, justificando semánticamente lo que su jefa de filas ha hecho por esta tierra. Y argumentando la aporía de que el nonato Estatuto es el gran fracaso de José María Barreda. Es lo único en lo que estoy de acuerdo con ellos, este es el fracaso de Barreda, pero es que ni él ni el conjunto de las mujeres y hombres de esta tierra podíamos imaginarnos que en los albores del siglo XXI, por enésima, vez a Castilla-La Mancha la iba a traicionar una Salomé por treinta votos en Murcia…

Suscríbete al Newsletter

Suscríbete a nuestro newsletter para estar al día de las noticias e información destacada de nuestra localidad. Para ello deberá inscribirse a través del siguiente Formulario: