Que en no pocas ocasiones, es comentario unánime de vecinas y vecinos de esta heroica ciudad, la degradación a la que las avanzadas horas de la fiesta conduce a los participantes a perder el norte del paladar, y así se cumple la máxima de Plinio que sentencia “el hombre debe al vino ser el único animal que bebe sin sed”, olvidando que para conocer la calidad de nuestros caldos no hay necesidad de beberse todo el barril.

Igualmente, en no pocas ocasiones, esta alcaldía soporta ácidas críticas por el abuso que los menores hacen del vino y sus posteriores comportamientos de evacuación del líquido sobrante por hartazgo del cuerpo, allí donde les pillan las prisas del apretón, que no siempre son los lugares habilitados para tal fin por la organización.

Es también público y notorio que las Fiestas del Vino se celebran en honor de nuestra excelsa Patrona la Virgen de Consolación y deben su nombre al néctar que embriagó a Polifemo y tan notorio semblante da a nuestra ciudad, por lo que esta alcaldía no ve con buenos ojos como aquello que nos da su nombre lo degradamos en vasijas de plástico y otros recipientes que en nada ponen en valor lo que valor tiene.

Por lo aquí expuesto, como alcalde de esta noble y heroica ciudad vengo en disponer:

Primero:

“Que quien mucho vino cena, poco almuerza” y se le hace poco honor a la salud de los cuerpos, con los excesos que dan lugar a descripciones como la de Plinio. Por lo que de todos solicito la solidaridad del tiento, la ayuda al compañero y la sabiduría del saber que si el primer vaso nos quita la sed, el último nos hace insensatos.

Segundo:

Que por el bien de la Fiesta y la imagen de la ciudad, que es un patrimonio a guardar y mantener entre todos, los mayores den ejemplo de templanza a los menores, los padres a sus hijos, el amigo al amigo y entre todos seamos capaces de guardar el ornato, atavío, galanura y arreo que es menester en las calles y plazas de esta ciudad que se blasona como heroica.

Tercero:

Que honra merece quien a lo suyo se parece, y Polifemo no es un ejemplo a seguir, como no lo es que el vino a quien tanto debemos lo portemos y consumamos en vasijas impropias de la nobleza a la que obligados estamos. Por lo que a todos insto a usar la típica bota, barrilete, cuba o tonel que unida a la talega, albarda, alforja o capacho, porte las viandas y el vino en los enseres que a su sombra nacieron para dar porte y nobleza al caldo y al alimento.

Cuarto y último:

Que no es de justicia responsabilizar a esta inocente alcaldía: de que el menor se haga huérfano de la noche y cómplice de la madrugada por negligencia de los padres, del último vaso que embriaga porque no lo para una mano amiga, así como de las evacuaciones urinarias y otras que lejos de buscar el excusado lo encuentra en el sufrido quicio del vecino.

Como quiera que lo enumerado ofende a la Fiesta y al nombre de aquella en cuyo honor se celebra, considera esta alcaldía ajustado a razón solicitar de todos el compromiso y la solidaridad para tener unas Fiestas en paz con Dios y con nuestros vecinos.

Lo que se hace público en Valdepeñas, a veintidós de agosto de dos mil once.