Excmo. Sr. Presidente de CLM.

Excmo. Sr. Embajador de la República Popular China en España.

Excmo. Ser Consejero de Agricultura de CLM.

Homenajeados e invitados.

Miembros de la Corporación Municipal.

Valdepeñeras y valdepeñeros.

Que “La vida es aquello que te pasa mientras estas ocupado haciendo otros planes”, es algo que yo llevo viviendo en los últimos dieciséis años, con una presunción de inocencia cuestionable…

Pero créanme si les digo que esta es mi vida, no dejar de hacer planes. Los que desde mi gobierno, con mayor o peor acierto, hacen que cada día me levante sintiéndome orgulloso de ser valdepeñero y de que lo sientan por igual los que lo son, o no siéndolo, de aquí se hacen.

Y no hay vida mejor que aquella que se comparte. O mejor, la que se deja compartir. A veces desde el silencio, que también es una respuesta; a veces desde el acuerdo, o el desacuerdo (que en política también es un acuerdo aunque del revés); a veces desde la disidencia. Pero al fin y al cabo, vida de encuentros.

Haber sido y ser alcalde de Valdepeñas es para mí la mejor vida que en su día me disteis, y la vivo como una experiencia lisérgica. Hoy desde esta plaza, frontispicio de la memoria de cuanta historia aquí nos trajo, vengo humildemente a daros las gracias.

Os confesaré que he fracasado no pocas veces, pero ponerlo en valor me haría víctima de la indolencia. Aun así todos mis fracasos nacieron de la ambición del sueño Machadiano: …Todo es soñar, / el caballito soñado / y el caballo de verdad. Es por esto que cuando al despertar me encontré con la recompensa de la realidad supe que, para no fracasar como alcalde, tenía que dormir soñando y no dejar de hacer planes, despierto.

Aun así, a veces tengo la percepción -que puede ser errada- de que los valdepeñeros/as, que orgullosos somos un rato pero de autoestima andamos regular, no sabemos poner en valor cuanto hemos conseguido.

Para entender lo que digo me voy a servir de algunos datos que se nos ha hecho saber a cuenta del “Plan de Potenciación de Activos” que el ayuntamiento ha encargado, por demanda del sector empresarial, a una auditora independiente.

Por demografía, Valdepeñas es el quinto núcleo urbano de la provincia y la que más ha crecido desde 2003, un 12,5%, 3.428 ciudadanos más. Y somos la ciudad que menos población ha perdido en el último lustro: un 3,2%, mientras que el conjunto de la provincia  lo ha hecho entre un 6,8 y un 7,2 respectivamente. Conclusión, con ironía, todo lo que no baja sube, y nosotros subimos no sólo a cuenta de lo que otros bajan.

Somos la ciudad que mayor oferta de suelo industrial tiene. Y no porque no seamos capaces de seducir a los empresarios, es porque soñamos un polígono de un millón de metros cuadrados y lo hicimos. Para refutar el dato os dejo otro.

Valdepeñas tiene 2.009 empresas, lo que supone 66 por cada mil habitantes, cuando la media regional es de 62 y la provincial de 60. Nosotros, de media, 5 más. Hemos crecido 0,5 puntos en los dos últimos años cuando la media provincial ha sido del 0,3, esto es, nosotros crecemos más y mejor.

Cuando en estadística comparativa hablamos de decimas pueden parecer poca cosa. Pero somos la población que más trabajo ocupa en el sector industrial con un 15,4% de trabajadores. Y la que menos parados tiene sobre la población activa.

¿Quién hace el milagro, la administración? Obviamente no, o no sola. El milagro lo sueña la administración haciendo posible las infraestructuras, y la realidad la hacen los emprendedores a riesgo y ventura de sus pechos y patrimonio.

Valdepeñas es una ciudad de emprendedores y emprendedoras. Tanto es así que los empresarios y empresarias suponen en nuestra ciudad el 13% de todos los trabajadores, cuando en la provincia y en la Región son un 7%. Una vez más duplicamos para bien.

Y dos datos que son los que más me satisfacen de la auditoria. Somos la ciudad con el índice más bajo de envejecimiento y con el de mayor nivel formativo de población en Ciudad Real y en Castilla La Mancha.

Quién haya seguido este discurso otros años comprobará que me he apartado de la retahíla de las inversiones hechas en el último año. Tampoco las obviaré hoy, pero lo haré de corrido, porque me ha parecido que lo bueno es mejor cuando se comparte. Y este año prefiero ahorraros atención en la vanidad de mi gestión a cuenta de haceros participes de unos datos que hacen que Valdepeñas sea una ciudad con presente y futuro, por encima de la media, porque las valdepeñeras y valdepeñeros lo hacen posible con su esfuerzo colectivo.

De la importancia de poner las bases de unas infraestructuras para alcanzar el futuro y evitar las tragedias, sólo os recordaré una noticia que no fue. El pasado 27 de mayo sufrimos la enésima tormenta que los cielos deparan a estas tierras. En su hora punta cayeron hasta 88 litros por metro cuadrado y no pasó… nada. Nunca nos arrepintamos de haber enterrado dieciocho millones de euros en colectores, a recompensa de no tener que enterrar a ningún ser humano más por culpa de las tormentas.

En esto del agua, venga del cielo o de los pantanos, vaya a los ríos o a las depuradoras, los valdepeñeros/as somos referentes. Tanto es así que hemos sido la primera ciudad a la que el Gobierno Regional ha reconocido por la gestión que del agua hacemos.

Cuando recogí el galardón lo agradecí en nombre vuestro, y le dije al auditorio, que el agua en Valdepeñas era un milagro, pero no lo hacia Dios. Lo hemos hecho los valdepeñeros/as a cuenta de nuestro compromiso con el Medio Ambiente y setenta y cinco millones de euros en tuberías, depósitos y depuradoras.

Estaréis concluyendo que me estoy centrando más en lo importante que en lo obvio. Pero es que es lo importante, no lo urgente, lo que hace que las ciudades se doten de fortuna.

¿Qué sería hoy lo urgente para un político? Ganar las próximas elecciones. ¿Y lo importante? Que hasta sin él Valdepeñas fuera mejor. Yo he decidido prescindir de lo urgente a cuenta de lo importante.

¿Y qué es lo importante a futuro? Desde la tragedia del 79 lo importante ha sido para cuantas corporaciones nos han precedido, evitar que la tragedia se repitiera y cerrar la cicatriz de la “Veguilla”. Lo primero está hecho en un 90% y al 27 de mayo pasado me remito. Lo segundo se continuará en el año próximo urbanizando el cauce desde la Puerta del Vino a la calle Norte. Una inversión de cuatro millones y medio de euros que cabría la posibilidad de que yo no inaugurara, pero como en el chiste, quede aquí constancia de que fue esta corporación quien lo hizo posible, obviando lo urgente por lo importante.

Como hemos hecho posible, dotarnos de los fondos necesarios, a cuenta de la solidaridad de Europa, para que el barrio de San Pedro salga de su endémico aislamiento y tenga un entronque fluido en el casco urbano, con la construcción de un paso subterráneo bajo las vías del tren. Otra infraestructura importante que las elecciones no harán urgente.

Sin lugar a dudas, haber  conseguido de los fondos europeos el proyecto de Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado, conocido como EDUSI, supone para Valdepeñas tener un proyecto de ciudad sostenible hasta el 2022. Si a eso le sumamos que la deuda pública de esta administración será al cierre de este ejercicio la más baja que nunca tuvo la ciudad, permitirme la vanidad de deciros, que al contario de la sentencia de Borges, no presuma yo hoy aquí de los libros que nos fueron dados a leer sino de este que entre todos nos ha sido dado a escribir.

Lo urgente, resumido, sería lo obvio. Ya tiene el barrio del Lucero su plaza de la Santa Paz a estreno, su comedor escolar que dará servicio este curso y el movimiento de tierras de lo que será la nueva instalación deportiva con velódromo; el Cerro de San Blas su molino; el Centro Cecilio Muñoz Fillol su rehabilitación; la calle Constitución su nueva urbanización; el Centro de interpretación del Cerro de las Cabezas, sus nuevas instalaciones; las autoescuelas, su nueva pista de prácticas; la Avda. Gregorio Prieto la nueva plaza de Clara Campoamor; El Peral, la recuperación y museo de los baños, sus nuevos viales y cuarenta mil metros cuadrados  más de masa forestal; el primer parking de caravanas de la N IV entre Aranjuez y Despeñaperros, en el Polígono del Vino; la agricultura ecológica más huertos urbanos; los dueños de mascotas un parque de recreo canino y el servicio de crematorio en el Centro Municipal; los usuarios de las piscinas de Los Llanos un agua de calidad gracias a los nuevos filtros; y el teatro auditorio una remodelación de sus equipamientos y sala de butacas.

 El Parque Empresarial Entrecaminos, su nuevo vial de salida dirección sur, ahora en ejecución; como en ejecución está la ampliación del pabellón de la Virgen de la Cabeza para nuestro equipo en primera división de Futbol sala; el nuevo espacio de las Bodegas A-7 se abrirá en Navidad; y el embellecimiento de la ciudad con el lienzo del paso subterráneo de la calle Torrecillas en homenaje a Mondrian, al que seguirán otros trampantojos y  nuevas esculturas, para seguir siendo una ciudad de referencia en las Bellas Artes.

Nuestro Hospital ha recuperado la Unidad de Cuidados Paliativos y cuenta con una nueva Sala de Radiología Digital; seguimos incorporado a nuestro patrimonio inmuebles como la que fue la sede de Manserja en el paseo de la Estación y hemos adquirido, para salvaguardarla, el 58% de la casa de los Vascos.

Continuamos comprometidos con nuestro patrimonio artístico y eclesiástico, con las obras de la Iglesia de la Asunción y la recuperación de las pinturas barrocas de la capilla de nuestro padre Jesús Nazareno Rescatado.

No agotaré la paciencia del auditorio, si no lo he hecho ya, referenciando las nuevas urbanizaciones de calles y espacios públicos u otras actuaciones menores, que no por ello son igualmente importantes.

Naturalmente parte de lo significado se ha podido materializar gracias al apoyo de la JCCM y la Diputación Provincial, y aprovecho la presencia en el escenario del Presidente para darle, agradecido, las gracias.

Como las gracias doy a los hoy homenajeados: al Club Deportivo de Futbol Sala Ciudad del Vino; a Francisco Fernández; a José Lillo; a Raúl Carbonell y a Victoriano González de la Aleja.

Como quiera que los méritos que les han hecho acreedores de nuestro reconocimiento ya han sido ponderados no los reiteraré yo en vano. Pero pido permiso al resto para reparar en dos.

Cuenta la conseja popular que no sirvas a quien sirvió ni mandes a quien mandó. Yo no he mandado a quien mandó pero si serví a quien sirvió. Y he de decir que no poca parte del alcalde que soy se lo debo a quien alcalde fue. Aprovecho esta ocasión para públicamente agradecerle a Victoriano su servicio a Valdepeñas y cuanto con afecto me enseñó.

De Raúl Carbonell, con sinceridad, puedo confesar que cuanto diga está condicionado por la emoción del amigo. Por lo que no soy muy de fiar. Si bien es cierto que quien se interrogue por qué los valdepeñeros y valdepeñeras del s. XXI somos como somos y no de otra manera, pueden remitirse a su novela “Tres libros sin amor”, y entenderán hasta qué punto es merecida esta Medalla de las Letras “Juan Alcaide” con la que hoy le reconocemos.

Querido Raúl, bienvenido a casa, en esta anagnórisis que te debemos y nos debes. Sólo los ojos ajenos son capaces de mirar sin prejuicios, y tú nos supiste mirar con amor.

Para terminar, quiero agradecer a nuestro Presidente Emiliano García Paje, que haya tenido la deferencia de estar hoy con nosotros, como al resto de invitados. Y en particular a Lyu Fan, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Popular China en España.

Señor embajador, siendo usted como es ciudadano de un imperio que lo fue mucho antes de que otros imperios hicieran, como es el caso de España, podrá entender la emoción que a un alcalde le mueve su presencia en esta plaza que ayudó a dar forma a la republica de las letras donde tomó vida el loco más cuerdo que en el mundo ha sido.

Está usted en parte del territorio de Don Quijote de La Mancha, y somos como nos ve: humildes, añiles y sin doblez. Le agradezco que haya aceptado la invitación que le cursamos para compartir con nosotros estas Fiestas de la Vendimia y el Vino y de primera mano conocer lo que nos hizo universales: un paisaje, una tierra, una cepa y una copa de vino para brindar por los pueblos que, como el suyo, hacen de la historia un arcano en el que encontrarse. Sea bienvenido y muchas gracias por estar aquí.

A todos, por su atención, gracias.