Nos invita el clásico a la brevedad, es más, nos la recomienda desde el aserto de que el discurso gana en breve lo que pierde en extensión. Configurar ambos antagonismos, hacerlos plausibles, sólo está al alcance del buen orador, lo que no es mi caso.

        No obstante, queridos valdepeñeros, me gustaría tener la capacidad de síntesis para poder trasladaros en este momento, que cada año nos cita, la realidad presente y nuestro futuro inmediato tal y como hoy lo ve este alcalde. Por eso, desde ya, excuso la posible extensión, en pro de llamar vuestra atención a mis palabras.

        El año que nos ha precedido ha sido bueno en venturas. Ha sentado unas sólidas bases. Nuestro Polígono Industrial está en marcha, la ITV es una realidad, el Segundo Centro de Salud, después de años de promesas incumplidas, se inaugurará en el 2005. Hemos conseguido una ampliación de nuestro Hospital; quince nuevas consultas, tres quirófanos, una Unidad de Cuidados especiales, un helipuerto, etc., nos garantizarán antes del 2008 que nuestra ciudad cuente con los recursos hospitalarios necesarios para velar por nuestra salud. A todo esto se suma una nueva clínica concertada con nuestro servicio público sanitario, donde sin salir de VALDEPEÑAS, tenemos resonancia magnética, que será inaugurada en breve con seis nuevos puestos de trabajo a los que se suman los que generará la ampliación de la empresa Cosecheros Abastecedores; los ya existentes en los multicines, la ITV, el futuro complejo de ocio, dos nuevos hoteles, así como el trabajo que se desarrolla desde Telecentro de Recursos donde 50 valdepeñeros ya han encontrado un trabajo. En definitiva más de trescientos nuevos puestos de trabajo consolidados. Nos comunicaremos por autovía con la Capital para el 2007 si los plazos se cumplen. Nuestras carreteras más inmediatas, como la de Daimiel o Torrenueva, están en fase de ampliación y actualización. La rémora de salir o entrar a VALDEPEÑAS por la carretera del Moral se palia actualmente eludiendo el paso a nivel, gracias a la entrada que se ha creado desde la rotonda al puente del barrio de Los Llanos.

En Medio ambiente, el gas ciudad con 30 nuevos kilómetros avanza para hacernos una ciudad limpia en el uso de las energías. Hemos clausurado las escombreras, de las que poco a poco iremos haciendo zonas verdes o las desmontaremos. Hoy en VALDEPEÑAS reciclamos los escombros y a final de año clausuraremos el vertedero municipal creando una planta de compostaje con lo que esto ha supuesto y supone de inversiones públicas y riqueza inmediata. Nos estamos preocupando de que esta sea una Ciudad nueva y limpia, enterrando los contenedores, haciendo puntos verdes y limpiando las calles catorce horas al día. Todas nuestras fuentes están en funcionamiento y a las zonas verdes les hemos incorporado plantas de temporadas para darles color. VALDEPEÑAS es una ciudad que recicla hoy y lo hará mejor mañana desde el mismo hogar a los que estamos dotando de cubos de selección de residuos. Por fin hemos hecho desaparecer la última industria ganadera que tan demandada ha sido por el barrio de Cachiporro y tantos problemas medioambientales creó en los últimos veinte años.

Urbanísticamente, después de 16 años, el prometido Plan de Ordenación Municipal ya está en marcha. Vamos a ampliar la Plaza de España. Nos estamos preocupando de dotar a la ciudad de personalidad con actuaciones urbanísticas como la Plazoleta de San Nicasio, la Plaza en los Bloques de Prolongación Postas, la remodelación del Paseo de la Estación y la urbanización del tramo de la avd. 1º de julio, donde en breve plazo acometeremos su finalización con rotondas ornamentales alusivas a nuestra identidad vinatera y literaria. Estamos reorganizando el tráfico (hasta donde se puede organizar el caos) con un libro blanco que está eliminando los puntos negros del tráfico rodado en nuestra ciudad, trabajo lento e inapreciable pero seguro, entre estos puntos, la falta de aparcamientos públicos, por eso estamos dotando 140 nuevas plazas en las piscinas de los Llanos, 50 en el campo de fútbol,  los que se pueden en la urbanización de las nuevas calles y 210, de las que 120 son públicas, con el futuro parking de la plaza de España.

A ello sumaremos los esfuerzos emprendidos para dotar a la ciudad de recursos que reviertan en su promoción turística e industrial con el ya creado Patronato de Comercio y Turismo. Por fin, antes de que se termine esta legislatura política, la ciudad dispondrá de una oferta hotelera de la que ha carecido endémicamente, dando lugar a que nuestros turistas, acontecimientos y visitantes se fueran a otras ciudades para pernoctar. Dejaremos, pues, de ser una Ciudad de paso para ser la Casa Grande de Europa con que nos blasonamos. En este afán de promoción de la ciudad, por VALDEPEÑAS pasaron la I feria de Mujeres Rurales, el I Salón de Nuevas Tecnologías, la Feria del Stock y la inmediata de Fervino… al tiempo que estamos dentro de la Ruta del Quijote. La promoción de la ciudad, a sus ya ricos recursos culturales ha de sumar el objetivo de calificar las aguas del Peral como Termales una vez materializada la recuperación de éstas y la puesta en marcha de la actual Casa Rural inaugurada recientemente.

Nuestras casi 48.000 hectáreas de territorio agrícola, motor y futuro de nuestra economía base, necesita de puntuales apoyos y necesarios censos, por eso, en un año, hemos arreglado más de 60 Km de caminos y hemos asfaltado un buen número de ellos en su entrada al casco urbano. Por fin contamos con un censo de pastos y estamos trabajando en el censo de caminos, después de crear un reglamento para este fin y ampliar la guardería rural, que se verá reforzada próximamente con una ampliación de la policía local como rural.

Hemos dicho que VALDEPEÑAS somos todos. Nos estamos preocupando de que todos los barrios sean iguales. De ahí que para los valdepeñeros residentes en la pedanía de Consolación, se ha puesto en marcha un servicio diario y gratuito de taxi, que les permita acudir a los servicios médicos en la ciudad.  De igual manera, hemos asfaltado y acerado al completo este barrio, junto con los bloques de La Yenka.

Hoy VALDEPEÑAS es una ciudad consolidada en su compromiso con los más débiles, por eso, dentro de poco nuestros mayores tendrán un Centro de Día para que su soledad no sea la de sentarse frente a un plato que no espera comensal. Nos hemos dotado de cobertura universal en centros a la infancia con la construcción de nuevo CAI. Los enfermos de alzheimer ya tienen un centro donde ser atendidos, y en VALDEPEÑAS, gracias al esfuerzo de AFAD y las instituciones públicas los niños más frágiles cuentan con una atención temprana y especializada. Dentro de nuestras posibilidades estamos dando trabajo a los discapacitados físicos y sensoriales. Nos preocupamos por nuestros mayores, apoyándoles en sus iniciativas y poniendo a su disposición todas las instalaciones públicas. Otra realidad tangible es la inmigración en nuestra ciudad. Hoy VALDEPEÑAS cuenta con 1.269 inmigrantes censados, lo que supone casi un 5% de la población total, a los que hay que sumar la mano de obra temporal y necesaria para la recolección de nuestras cosechas. Esta realidad necesitaba de respuestas inmediatas donde un ser humano lo siga siendo sin preguntas a su origen o destino. Por eso, estamos construyendo un nuevo albergue para transeúntes que sumados a los actuales recursos y los esfuerzos de las ONGs, nos hará una ciudad amable, hospitalaria y segura.

  Estamos digitalizando la administración y haciendo partícipe de ello a la ciudad con el programa un ordenador para cada valdepeñero.  Los valdepeñeros contamos hoy con una Consejera del Ciudadano en defensa de todos sin adscripción política.

Estamos protegiendo nuestro patrimonio como seña indeleble de nuestra identidad. No caerán más fachadas históricas por mor de la especulación. Hemos terminado de recuperar la obra heredada de los baños del Peral con su más que apreciable identidad romana (es la suerte de haber sido pobres en el pasado, obligados a mantener lo poco heredado hoy somos ricos en patrimonio). Así, después de estas fiestas, iniciaremos las obras del nuevo ayuntamiento con la recuperación de un inmueble histórico como el viejo comercio de Cortés y Merlo. En VALDEPEÑAS el mundo de la cultura, a través de la Exposición Internacional de Artes Plásticas, se hace protagonista cada año de lo mejor del arte contemporáneo.

Hemos recuperado y ampliado nuestra oferta deportiva con nuevas pistas de tenis en el Polígono Industrial, nuevos vestuarios y recuperación de los existentes en el Parque de las Infantas. Pero sin lugar a dudas, nos colocaremos a la cabeza de la provincia con lo que será el mayor campo de golf, con otras instalaciones deportivas y la mayor promoción de viviendas de los últimos años, 450 de ellas de protección oficial; en resumen más de cincuenta millones de € de inversión, más trabajo, más futuro.

Esta podía ser una radiografía abreviada del trabajo de VALDEPEÑAS en el último año; radiografía que se vela cuando pisamos los jardines, destrozamos las fuentes, derribamos las papeleras, los bancos, las farolas y en definitiva el mobiliario urbano. Sería mucho pedir para este alcalde, en este momento, que no tiremos al suelo el papel que ha de coger otro, manchar la fachada que otros han de limpiar, aparcar eso que llamamos si es un momento donde se pueda y no donde se quiera, agravando la ya impertinente circulación. En definitiva, que todos y cada uno de nosotros nos dotemos de una moral y un compromiso cívico que enseñe y no eluda o aplauda la destrucción de la ciudad que entre todos hacemos.

Como hemos de hacer un esfuerzo común, con nuevos planteamientos, para sacar a VALDEPEÑAS de su endémica disociación entre productores de uva y elaboradores de vino. Necesitamos ser mujeres y hombres nuevos para nuevos tiempos, para hijos nuevos y para nuevos futuros. Hago votos desde estas líneas por el consenso, el sacrificio común y el común presente que nos comparte.

La historia de la vitivinicultura en VALDEPEÑAS ha cumplido un ciclo vital que en la actualidad asiste a sus estertores, fruto de nuestro ingreso en la Comunidad Europea con paso cambiado como consecuencia de los mercados de mezclas. Este ciclo va unido a la vida de su Consejo Regulador. Atrás queda una historia de la diversificación. Se impone ahora un presente de la cualificación. No está hoy la riqueza en la mayor producción, sino en la mejor selección, en el mayor cuidado, en el mimo al mercado, en las mayores sensibilidades. Hay que limitar las producciones de D.O. para tasar el producto y cualificar el caldo. O hacemos un punto de contrición o el limbo nos hará a nosotros.

La actual reconversión en marcha del Consejo Regulador de la Denominación de Origen VALDEPEÑAS en una Interprofesional, con un nuevo Reglamento de Elaboración donde desaparezca el conocido clarete VALDEPEÑAS y donde nuestros tintos, de acuerdo a la legislación vigente, ya sean éstos de crianza o reservas, mantengan una materia prima por o desde el 85%, nos da la oportunidad de emular, sino arrancar, cuotas de mercado con calidad a las DD.OO. punteras dentro del país. Esto puede llevar un lustro, o más, pero tiene que ir unido a un compromiso mutuo entre productores y elaboradores donde la inversión en el mercado de la publicidad nos devuelva al lugar de donde nunca debimos salir. Para ese fin se creó hace un año una bolsa común y en ella hay que invertir.

Frenado hogaño el descenso del consumo de vino con DD.OO., hasta un 3%, no nos resarce de la perdida acumulada de un 35% en los últimos cuatro años, sin embargo nos fija la meta de la que partir para cuantificar nuestra producción con D.O. a la realidad del mercado. Ahora bien, la D.O. VALDEPEÑAS no es La Mancha, ni ninguna otra, por eso nuestro mercado debe ser más selectivo, nuestro producto más competitivo y esa competitividad no la puede hacer el vil metal sino la noble calidad. Sólo así podremos garantizar que la transformación no socave los mínimos soportables de valor adquisitivo del agricultor, base primaria de nuestra economía local productiva.

No sorprenderé a nadie si digo que la actual situación estructural de la elaboración de los caldos en VALDEPEÑAS,  con 39 bodegas cuya operatividad global es variable, no es un buen referente para la diversidad del mercado por lo que de monopolio supone para la comercialización. Se hace por lo tanto necesario recuperar la inventiva, el cooperativismo y la iniciativa de nuevas inversiones, no solo en el vino, sino además en sus variables. De la uva sale hasta vino, sí, pero además mosto y zumos y coñac.

No corresponde a un alcalde, o sí, hacer un llamamiento público al compromiso y al arrojo de los vitivinicultores, de sus organizaciones, de sus empresarios, de sus sindicatos, de sus sueños. Pero soy hijo de un hombre que vivió y murió, como tantos otros valdepeñeros, con la frente cicatrizada de los surcos que forjaron las lindes de sus viñedos. Y es una deuda común enmendar la plana de nuestra historia para hacerla más grande en nuestros hijos.

Esta es nuestra historia, pasada y presente, y no es tan mala. Hoy tenemos aquí a unos buenos testigos de ella. Tenemos a un hombre que se llama Jesús Bárcenas López.

JESÚS BÁRCENAS LOPEZ. Hijo de un hombre de la eléctrica. Me han dicho que no era el mejor de la clase. No me especificaron si la clase era lectiva  o social. Pero que bien lo hicieron nuestros padres cuando superaron el decimonónico clasismo burgués y apostaron por los hombres y mujeres que sin complejos trabajan para los suyos, los suyos en plural, incluida la tierra que los vio nacer y a la que le deben y debemos gratitud. Yo me siento muy cerca de este hombre, porque como él, no era yo el primero de la clase, ni lectiva ni social. Pero aquí estamos, amigo Jesús, aquí estás para recibir el homenaje de tu pueblo que te agradece que hayas creído en nosotros, que de aquí partieras sin moverte de ser valdepeñero, para invertir y para hacernos a todos orgullosos que de que un hijo de esta casa sea el Presidente Nacional de la CEPIME, tenía que ser Hijo Predilecto quien, con orgullo valdepeñero, se siente a comer en La Moncloa sea el inquilino Aznar o Zapatero. Quien siendo un hijo de este pueblo gobierna, defendiendo, los intereses de la Pequeña y Mediana Empresa. Hoy no te damos nada, te devolvemos parte de lo que nos has dado y de lo que nos debes, pero esto último lo dejo a tu segura gratitud.

        Gratitud también para una institución y para quienes la hicieron posible, el “INSTITUTO DE ENSEÑANZA SECUNDARIA GREGORIO PRIETO”; la Escuela de Maestría para más señas. En su 75 aniversario en nuestra ciudad. 75 años, casi la vida natural de un ser humano y la huella de algunas generaciones, entre ellas, la mía. Yo me formé en ese Centro. Íbamos entonces a la Escuela de Maestría los que éramos tontos o pobres, y en algunos casos, como en el mío, las dos cosas. Pero no eran tontos los profesores, pobres, posiblemente. A ellos, a todos, los que fueron y los que son, les debe VALDEPEÑAS, en gran medida, su actual futuro. Si fijáramos una retrospectiva por esa mediana y pequeña empresa que con tanto acierto defiende Jesús Barcenas, comprobaríamos que estos empresarios se han formado en el actual “Instituto de Enseñanza Secundaria Gregorio Prieto”. Lo habéis debido hacer bien porque habéis formado hasta un alcalde, de momento. Ha recogido este homenaje su actual director, Carlos Salvador Pérez Bustos. Pero hubiera podido recogerlo D. Ramón Gascuñana, que la puso en marcha, D. Antonio Pereira Lejarreta; D. Juan Manuel Ruiz Rodero; D. Carlos Sánchez Alcaide; D. Luis Rodríguez Mora; D. Ángel Ruiz Parada o D. Cesar Sánchez Toledo, mi viejo profesor, desaparecido este año, que con sus nombres propios encabezan a cuantos profesores por el centro han pasado.

Además, a CARLOS SALVADOR PEREZ BUSTOS lo hemos hecho Hijo Adoptivo, cosa que no hacia falta ¿o acaso no es valdepeñero este hombre? Que gobernó nuestro pueblo cuando la fatalidad apartó a D. Esteban López Vega de su entrega generosa al servicio de los valdepeñeros. Que puso en pie los cimientos de las ferias comerciales y gracias a cuyo trabajo hoy disponemos de un Pabellón Ferial, de cuyos cimientos tiene también buena parte de culpa. Que ha trabajado, desinteresadamente, en cuantos Comités Organizadores se le ha convocado, que junto con otros amigos ha puesto en pie una bodega, tan necesaria en estos tiempos. Sí, Carlos, te hemos hecho hijo adoptivo, pero no te digo bienvenido, te demando que no te vayas.

        Otro homenaje, innecesario por obvio, es adoptar, como si no fueran ya nuestras, las HIJAS DE MARIA AUXILIADORA SALESIANAS SAN JUAN BOSCO. Llevan con nosotros 50 años. Pero el espíritu de su fundador capitalizó a los hombres mucho antes. Un hombre de fe que creyó que la mayor libertad del ser humano residía en su formación, y a fe que sus hijas lo han sabido hacer, y lo hacen en VALDEPEÑAS. No faltará algún malediciente que diga ¿Pero qué hace un Gobierno Socialista homenajeando a un colegio cristiano?. Suele la ignorancia de algunos, confundir ideología con fe, lástima. Les recomiendo que recojan el espíritu de San Juan Bosco, igual que hoy nosotros nos hacemos deudores de él, y en sus hijas lo gratificamos con este homenaje.

        En una sociedad que se precie de moderna, el compromiso y la solidaridad no sólo han de venir de la mano tradicional, han de incorporarse a ella las nuevas estructuras empresariales. Por eso hemos premiado GESCLIMA PLUS, una joven empresa creada por D. Adolfo Fernández González en 2003, que como otras se han incorporado con arrojo el proyecto ECUAL, gracias al cual un programa de solidaridad incorpora al mercado laboral a un sin numero de mujeres y hombres valdepeñeros, que no serian posible sin la apuesta decidida de empresas como a la que hoy reconocemos.

        Y para terminar, ÓSCAR GARCÍA BENEDÍ. No presumiré yo de haber sido su amigo personal. Joaquín Brotóns sí puede hacerlo, y muchos otros. Pero puedo presumir de haberlo conocido. No he visto a nadie que siendo más desgraciado hiciera más feliz a los que le rodeaban. No le trató bien la vida. Le dio un hermoso don, pero no le dio tiempo para gozarlo. Como en la vieja enseñanza griega, los dioses lo escogieron para ellos solos. Hoy VALDEPEÑAS puede hacerlo por él a través de sus lienzos. En vida, un jurado lo galardonó con la Medalla de Oro de la Exposición Nacional de VALDEPEÑAS, y es hoy su pueblo quien tiene lo mejor de su obra. Es nuestra obligación defender la memoria de quienes nos han hecho mejores, y Oscar nos hizo incorporándose con personalidad a la ruptura del color y la forma que, años después, ha marcado el devenir de lo mejor de la pintura española contemporánea. Por eso, tampoco es a título póstumo, es a título presente como lo homenajeamos, porque Óscar está vivo en sus cuadros.

        No están vivos, desgraciadamente, los muchos valdepeñeros que este año nos han dejado, pero quede aquí nuestro recuerdo vivo para ellos. Y muy particularmente el joven Juan Carlos González Camacho, al que el deporte le partió su joven corazón. Queden aquí, ahora que las fuerzas de Seguridad del Estado han levantado el velo de sospecha que nos acechó durante más de ocho años, los nombres de Rosana Maroto, Sara Dotor y Ángel Ibáñez. Descansen en paz.  Y aunque no lo nombremos, no olvidamos a su asesino para el que pedimos justicia. Pero déjenme, que en nombre de esa justicia que hoy demando, les diga una cosa: “Condenemos el crimen y compadezcamos al criminal”. Somos  hijos del humanismo, Caín ya cobró en las Sagradas Escrituras la sin razón de la venganza.

        Señores representantes del pueblo alemán, seguramente les habré cansado con este discurso, ya largo (y mucho me temo que no sólo a ustedes), pero este es nuestro pueblo con sus grandezas y sus miserias, háganlo suyo, es bueno, y cuando les pregunten que dónde han estado digan que en una Ciudad de buen vino que es “Adelantada en su amor a España, Casa Grande de Europa, Campo de Paz y Tierra de Ventura”.

Felices Fiestas del Vino. Honor y gloria a nuestra Patrona.

Muchas gracias.

ALCALDE-PRESIDENTE DE VALDEPEÑAS