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65 Fiestas del Vino año 2018. 65 Fiestas del Vino año 2018

Brindis Poético a cargo de Raúl Carbonell

Lugar:Plaza de España – Actos Institucionales
 
BRINDIS EN VALDEPEÑAS

 

Excmo. Señor Alcalde.

Excmo. Sr. Presidente de Castilla-La Mancha.

Excmo. Sr. Embajador de la República Popular China.

Excmo. Sr. Consejero de Agricultura.

Ciudadanos de Valdepeñas, mis queridos amigos:

Cuando llegué a Valdepeñas en el año 1973, desconocía que muchos años antes, el Rey Carlos III castigó a toda la producción vinatera local con un malhadado impuesto que se denominó LA ALCABALA, para quedar en los anales como el mejor Alcalde de Madrid, e ignorarnos a nosotros como los verdaderos financieros de monumentos tan honrosos como la Puerta de Alcalá  y el arco triunfal de la Puerta de Toledo.

Así le viene ocurriendo a Valdepeñas como centro globalizador de placeres y esforzados trabajos de producción vinícola, y así nos ha ocurrido con nuestros poetas, artistas, y políticos que supieron exaltar tierra tan noble y pueblo tan bien hablado. Nadie ponga en duda que la forma de hablar valdepeñera atrajo a este poeta que os habla, a desear hundirme en vuestras más hermosas bodegas, y a inspeccionar en vuestras emociones locales, que hoy en día forman parte de toda mi alma.

Ser valdepeñero es un principio activo. Para amar algo con profundidad y con las más claras intenciones, es necesario padecer con la tierra admirada y festejar sus logros, que en Valdepeñas desde el año 1790 cuando se producían dos mil arrobas de vino, hasta la actualidad en la que se producen bastante más del triple, con mayor variedad de uvas y de una calidad infinitamente más apreciable, esta noble ciudad ha recorrido muchos caminos, muchas decepciones y grandes éxitos que la han situado entre las ciudades paradisíacas de la tierra. Nadie entienda que en una noche tan grande como la que estamos viviendo, Valdepeñas brilla para caer en el desatinado olvido de todos durante el resto del año. Nosotros tenemos siempre presente a Valdepeñas. Y recordamos con honda emoción bodegas de renombre y de producción de valiosos vinos, de las distintas variedades de uva que junto a la nuestra, forman el Consejo Regulador la producción de pueblos como Alcubillas, Moral de Calatrava, San Carlos del Valle, Santa Cruz de Mudela, Torrenueva y buena parte del término municipal de la Torre de Juan Abad, Granátula de Calatrava,  Alhambra y Montiel.

Y he empezado recordando que La Corona castigó con impuestos la producción de nuestros vinos, para aclarar que nuestro buen hacer y nuestra sabia persistencia, han logrado sobrevivir incluso a impuestos como losas, y a pandemias de filoxera y otros insectos y bacterias, que hicieron mucho daño a nuestros viñedos y a los de la Francia famosa, circunstancia que supimos aprovechar para mejorar nuestra existencia y la llegada del concepto de la elegancia y el estilo, en el modo de vivir en los salones y en estas mismas calles.

Siempre se ha dicho que en España quien resiste, gana. Y esta máxima que fue una manera de vivir para don Camilo José Cela, me la recordó en un antiguo homenaje que le hicimos a Sagrario Torres en aquellos deliciosos años en los que tuve la suerte de compartir la vida con vosotros: en España quien resiste gana. Y esta noche Valdepeñas gana a un hijo adoptivo como lo es  Victoriano González de la Aleja. Un escultor sin precedentes como Lillo Galiani. Un Equipo de Fútbol Sala Ciudad del Vino, que nos traen a casa todas sus glorias. Y una Medalla al Servicio Desinteresado para Francisco Fernández, que es, por encima de todo una de las personas más buenas que he conocido. Y en lo que me corresponde a mí, soy el autor más afortunado de la tierra por llevar conmigo el nombre del poeta Juan Alcaide a partir de esta noche. En nombre de los galardonados, gracias Valdepeñas, muchas gracias.

Y de Alcaide he hablado, y mi brindis inicial es para él, hijo de su palabra, padre de su ensueño, hermano de cuantos escriben, cuantos leen, cuantos sienten esta ciudad en lo más hondo de su corazón. Como él la sintió cuando hizo la maleta para irse a Galicia, y no pudo compensar nunca la distancia del paraíso que es esta ciudad milenaria y cautivadora.

Brindo por Gregorio Prieto Núñez, el pintor más inventivo de un tiempo de rebeldes y de inspirados creadores. Y la alzo para proclamar la rebeldía del tonadillero Tomás de Antequera, que con sus zambras nos emocionó profundamente.

Alzo mi copa feliz para recordar los sonetos delicados de mi muy querida Sagrario Torres Calderón, que me aconsejó no prodigarme mucho porque los poetas cansamos a los ciudadanos.

Es una gran suerte haber conocido al creador y Académico de la Lengua Francisco Nieva en sus mejores años.

Alzo la copa por el pintor Pepe Rúa cuyos paisajes admiraron los ojos de los manchegos de su tiempo, y los interiores de nuestras casas palaciegas observados con los ojos de Pedro García.

Brindo por Oscar García Benedí que como un delicado caballito de mar iba por el mundo acuático mirando la masa que le sostenía vivo. Brindo por el actor Valentín Hidalgo Rubio, que se fue cuando más dorado era el día. Y tuve la fortuna de encontrarme a Joaquín Brotóns Peñasco, el poeta exultante de la belleza de piel muy fina. Y al pintor Vicente Nello cuya pintura va más allá de lo lírico.

Tuve tanta suerte de llegar a esta ciudad buscando empaparme de su sintaxis popular y sus voces cultas, que quedé felizmente sorprendido ante los versos de Jesús Martín Rodríguez Caro, el que hoy en día es nuestro Alcalde, y que entonces era un muchacho al que le deseé suerte literaria y ha conseguido un modelo de ciudad sorprendente.

Más tarde me he asombrado ante los dibujos indescriptibles de Joaquín Morales Molero, y fue tan proporcionada mi ventura que todos estos personajes y personas me enseñaron a beber y a degustar, y cuando pasaron los años y yo pensaba que algo sabía de vinos, sólo algo, apareció la moda cultista del sabor aterciopelado del vino, aquel sabor al fondo del paladar en el que notas un punto de avellanas… Y yo pensé que cuando me iba a la Bodega Santa Isabel de mi amigo Joaquín, cuando floreábamos por los empotros muertos de risa, persiguiendo a las musas como en los más hermosos cuadros de Rubens, donde el vino no tiene la culpa de nuestros dolores y frustraciones, el vino, este vino de Valdepeñas había cumplido su función lírica y creadora y yo era el hombre más feliz de la tierra.

Dije que Valdepeñas es mi alma, y por eso os pido, queridos amigos, que levantéis vuestras vidas para brindar por la gran suerte que hemos tenido de llegar hasta este paisaje, donde el amor a la belleza del mundo es un regalo de la Providencia. ¡Viva Valdepeñas inmortal! ¡Viva!

 

31/08/2018

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