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La Concejalía de Medio Ambiente ha dispuesto en varios puntos del municipio una serie de bidones de 50 litros de capacidad para la recogida del aceite doméstico usado, es decir, del aceite comestible.
Esta iniciativa es la consecución del programa que se inicio en 2006 con la recogida de los aceites comestibles usados de bares, restaurantes y hoteles. El Ayuntamiento firmó un convenio de colaboración con la empresa RAVUSA, facilitando la administración la logística y la publicidad, y encargándose la empresa de la retirada gratuita de los aceites para su posterior transformación en BIODIESEL, y participando de forma activa en la producción de energías limpias o alternativas.
Los bidones se han colocado en puntos de ámbito público donde habitualmente hay un numero elevado de visitantes; como las Asociaciones Vecinales y el Punto Limpio, para así facilitar su depósito a los usuarios.
No obstante, esta campaña se pretende continuar con la colocación de mas bidones para aceites usados en otros puntos. Asimismo, si hay edificios o urbanizaciones que quieran solicitar un bidón para su comunidad, pueden hacerlo a través de la Concejalía de Medio Ambiente.
1 LITRO DE ACEITE CONTAMINA 1 MILLÓN DE LITROS DE AGUA (Cantidad suficiente para el consumo de agua de una persona durante 14 años)
En todos los hogares se generan cada día restos de aceite vegetal usado. Normalmente estos residuos se vierten por los desagües domiciliarios. Al llegar a las depuradoras los restos de aceite dificultan su funcionamiento produciendo averías muy costosas para el Ayto, y disminuye la vida de estas instalaciones.
Cuando los aceites que no se han podido retirar acaban en los ríos forman una película superficial que impide el normal intercambio de oxígeno y altera el ecosistema. Además, el aceite vegetal usado obstruye las cañerías, sirve de alimento a los roedores y causa la muerte de la flora y fauna acuática al llegar a los cauces fluviales.
Listado de Zona con bidones para recogida de aceites comestibles
- ASOCIACIÓN DE VECINOS DE FATIMA – C/ Cantarranas
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- ASOCIACIÓN DE VECINOS CONSOLACIÓN NACIONAL IV – Pedanía Consolación Nacional IV
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- ASOCIACIÓN DE VECINOS LOS LLANOS – C/ Jorge Juan Medina (Junto al Hospital)
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- ALMACEN MUNICIPAL – Avda. 1º de Julio (Junto Policía Local)
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- PUNTO LIMPIO – Camino del Ratón (Pasandos los Multicines)
Aceite doméstico usado: la base para fabricar Biodiesel
El aceite doméstico usado que habitualmente se tira por el fregadero de las casas puede reciclarse y convertirse en un combustible totalmente ecológico y biodegradable. En Europa el biodiesel se usa ya desde el año 97, aunque en España es ahora cuando empieza a venderse en las gasolineras como sustituto del diesel. Todo gracias al reciclaje del aceite doméstico usado, un residuo que hasta ahora se tiraba por el fregadero y terminaba en las depuradoras de agua.
El biodiesel se fabrica a partir de aceites domésticos usados o vírgenes, aunque en España se hace casi siempre con aceite doméstico usado. Para recuperarlo existe un sistema de recogida que trabaja con los principales consumidores de este producto: hoteles, empresas de catering, cocinas industriales u hospitales. Una vez recogido se lleva a una planta gestora de residuos donde se recicla y limpia, se le quitan todas las impurezas y la humedad que contiene, y se envía a las plantas que producen el biodiesel.
Tras un proceso de transformación se convierte en éster metílico. Hasta ahora los carburantes se hacían con aceites minerales, como el petróleo. El biodiesel tiene una estructura química parecida, la diferencia es que se hace con cadenas de carbono extraídas de aceites vegetales.
La utilización del biodiesel como combustible tiene numerosas ventajas. En primer lugar, es un carburante ecológico ya que no tiene azufre y contamina mucho menos que otros. Está comprobado que en su proceso de combustión las emisiones contaminantes son un 55% más bajas que las del gasóleo tradicional. No emite CO2, causante del efecto invernadero. Además, tampoco contiene hidrocarburos aromáticos policíclicos, que son cancerígenos. Otro valor añadido del producto es que permite retirar y reciclar un residuo muy contaminante como es el aceite usado doméstico, que normalmente llega desde el sumidero a los ríos. También hay que añadir que reduce la dependencia energética del petróleo; al contar con la materia prima, se garantiza el suministro.
Otra ventaja es que su punto de inflamación es superior al del gasoil, lo que aporta una mayor seguridad en su almacenamiento o en caso de accidente, ya que le cuesta más arder. Y por último, el biodiesel aporta otros beneficios para los coches. Este combustible mejora el rendimiento del motor porque al estar hecho con aceites es mucho más lubricante que el gasóleo y va mejor para los vehículos. Está demostrado que alarga su vida y produce incluso menos ruido.
Hoy en día todos los vehículos diesel pueden usar este combustible sin que ello requiera ninguna transformación en el motor, siempre que venga mezclado con gasoil, que es como se suministra: 15% de biodiesel con 85% de gasóleo.
La producción de biodiesel es aún pequeña en España, pero la previsión es que en los próximos años se abran unas cuantas plantas, que permitirán al menos cumplir las directivas europeas en torno a energías renovables.
Según los plazos que establece la normativa de la Unión Europea, para el año 2010 el 12% del consumo energético debería ser de energías renovables, entre las que se incluye el biodiesel como sustitutivo del gasóleo, y en el año 2020 el objetivo es alcanzar el 20%. Sin embargo, hoy por hoy la posibilidad de sustituir todo el petróleo por otras energías es algo muy lejano, ya que para producir más biodiesel los agricultores tendrían que cultivar más oleaginosas para disponer no sólo de aceite doméstico usado, sino también de aceite virgen.
Países como Alemania, Francia o Italia llevan una gran ventaja a España. En Alemania, por ejemplo, ya hay más de mil gasolineras con surtidores de este carburante. En España aún son pocas las que lo ofrecen, pero esto obedece también a razones que no tienen que ver con la escasa producción. El problema es que muchas gasolineras no son libres y están obligadas a comprar a un sólo distribuidor, por ejemplo sólo a Repsol o Petronor. A éstas no se les puede vender el biodiesel, y sólo se puede trabajar con las libres. Con esta situación por el momento se hace difícil una mayor distribución.