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Pilas usadas
La Concejalía de Medio Ambiente realiza también la recogida de pilas usadas en el municipio. Hay dispuestos unos 50 contenedores rojos de recogida de pilas repartidos entre edificios públicos (Colegios, Concejalías, Punto Limpio, Asociaciones Vecinales, etc.) y establecimientos comerciales.

La Concejalía de Medio Ambiente realiza también la recogida de pilas usadas en el municipio. Hay dispuestos unos 35 contenedores para recogida de pilas repartidos entre edificios públicos (Colegios, Concejalías, Punto Limpio, Asociaciones Vecinales, etc.) y establecimientos comerciales. Este servicio, totalmente gratuito, se viene desarrollando desde hace años.

Los recopiladores habilitados para la recogida de pilas usadas son éstos:

  • HOSPITAL
  • IES GREGORIO PRIETO
  • IES BERNARDO BALBUENA
  • ESCUELA DE IDIOMAS
  • IES FRANCISCO NIEVA
  • PISCINA
  • AFAD
  • CP JESUS CASTILLO
  • JUZGADO
  • CP LUIS PALACIOS
  • CENTRO SALUD 1
  • CS MANUEL LEÓN
  • POLICIA LOCAL
  • CC VIRGEN DE LA CABEZA
  • CP LUCERO
  • CC AGUSTINAS
  • CC TRINITARIOS
  • CP LORENZO MEDINA
  • CENTRO DE SALUD 2
  • CORREOS
  • ESCUELA DE MUSICA
  • GAMA SUPER
  • CP JESUS BAEZA
  • CP JUAN ALCAIDE
  • UNED
  • MEDIO AMBIENTE
  • AAVV LUCERO
  • AAVV DEL CENTRO
  • AAVV VIRGEN DE LA CABEZA
  • AAVV JUAN ALCAIDE
  • EDIFICIO VALCENTRO
  • CASA LUZ
  • OFICINA DE TURISMO
  • C JIMENEZ CACHO
  • HACIENDA

¿Por qué retirar las pilas?¿Cuál es el problema?

Pilas, baterías y micropilas que a diario invaden nuestros hogares. Las radios, linternas, reloj, walkman, cámaras fotográficas, calculadoras, juguetes, computadoras son solo una pequeña muestra de una enorme lista de productos que emplean estas fuentes de energía (pilas), siendo la razón de su éxito comercial la autonomía de la red eléctrica, es decir, ser un objeto portátil.

El funcionamiento de las pilas se basa en un conjunto de reacciones químicas que proporcionan una cierta cantidad de electricidad, que si bien es pequeña, permite el funcionamiento de pequeños motores o dispositivos electrónicos. Pero esta ventaja favorable de la autonomía, se contrapone a los efectos negativos de los compuestos químicos empleados en la reacción donde se produce la electricidad, ya que en su mayoría son metales pesados, que liberados al medio ambiente producen serios problemas de contaminación.

Las pilas son arrojadas con el resto de la basura domiciliaria, siendo vertidas en basureros, ya sean a cielo abierto o a rellenos sanitarios y en otros casos a terrenos baldíos, acequias, caminos vecinales, causes de agua, etc. Para imaginar la magnitud de la contaminación de estas pilas, vasta con saber que son las causantes del 93% del Mercurio en la basura domestica, así como del 47% del Zinc, del 48% del Cadmio, del 22% del Níquel, etc.

Estas pilas sufren la corrosión de sus carcasas afectadas internamente por sus componentes y externamente por la acción climática y por el proceso de fermentación de la basura, especialmente la materia orgánica, que al elevar su temperatura hasta los 70º C, actúa como un reactor de la contaminación. Cuando se produce el derrame de los electrolitos internos de las pilas, arrastra los metales pesados. Estos metales fluyen por el suelo contaminando toda forma de vida (asimilación vegetal y animal).

El mecanismo de movilidad a través del suelo, se ve favorecido al estar los metales en su forma oxidada, estos los hace mucho más rápido en terrenos salinos o con PH muy ácido

Una pila es una pequeña unidad electroquímica, contenida en una caja cuadrada o cilíndrica con dos terminales que representan los polos positivo y negativo. Sus componentes químicos se transforman en energía que hace funcionar a los aparatos.

Una batería contiene más de una pila o celda conectadas entre sí mediante un dispositivo permanente, junto con su caja y terminales.

Existen dos tipos: las primarias y las secundarias. Las primarias son las pilas desechables, cuyos componentes químicos, al convertirse en energía eléctrica, ya no pueden recuperarse. Las pilas secundarias son las que se pueden recargar.

Las pilas son fabricadas con elementos químicos considerados como tóxicos, de hecho, el 30 % de su contenido son materiales que causan daños a la salud y el medio ambiente. En general, cuando una pila ya no sirve se tira en la basura doméstica o a cielo abierto; con el paso de tiempo y por la descomposición de sus elementos se oxidan y derraman diferentes tóxicos en suelo, agua y aire. Lo mismo sucede cuando se quema en basureros o se incinera. Existen estudios que muestran que el 35 % de la contaminación por mercurio es ocasionada por las baterías que se incineran con la basura doméstica. Para tener una dimensión del problema de contaminación basta mencionar que una sola pila botón (como las que utilizan los relojes) puede contaminar 6.5 millones de litros de agua.

Una pila recargable puede sustituir hasta 300 desechables.

 

Los principales componentes de las pilas son mercurio, cadmio, níquel y manganeso. La exposición a estos químicos puede provocar Cáncer.  Estudios médicos han demostrado que el consumo constante de alimentos contaminados con mercurio puede provocar cambios de personalidad, pérdida de visión, memoria, sordera o problemas en los riñones y pulmones; en mujeres embarazadas, el mercurio puede acumularse en la placenta y provocar daño en el cerebro y en los tejidos de los neonatos, quienes son especialmente sensibles a esta sustancia.  Por otra parte, respirar cadmio produce lesiones en los pulmones y cuando se ingiere generalmente se acumula en los riñones.

El efecto adverso más común de exposición al níquel en seres humanos es una reacción alérgica. Entre el 10 y 15 % de la población es sensible a él. Algunas personas que son sensibles a este metal sufren ataques de asma tras periodos de exposición. La exposición a niveles de manganeso muy altos durante largo tiempo ocasiona perturbaciones mentales y emocionales, y provoca movimientos lentos y faltos de coordinación.

Después de cierto tiempo, los componentes de las pilas comienzan a oxidarse, deshaciendo su empaque. Estas sustancias, al estar en contacto directo con los aparatos, terminan por “quemarlos” y echarlos a perder. Se recomienda quitar las baterías a los aparatos que no van a ser usados por lapsos prolongados de tiempo.

 

Algunas pilas al entrar en contacto con el fuego pueden explotar. En otros casos, los componentes de las pilas entran en combustión y liberan gran cantidad de contaminantes al aire.

 

Lo más recomendable es disminuir su consumo utilizando baterías recargables. Sin embargo, lo mejor es evitar comprar aparatos que requieran de pilas para funcionar. Existen un sinfín de productos que utilizan energía solar, muchos de ellos son juguetes, relojes, radios, lámparas, ventiladores, calentadores, etcétera. Además, la corriente generada por cada pila es 450 veces más cara que la generada por la corriente eléctrica.

 

No. Las pilas de origen ilegal o “piratas” contaminan más que otras, debido a que su tiempo de duración es muy corto, por lo que se desechan rápidamente.  Se calcula que en un año se consumen más de 300 millones de pilas de origen ilegal, lo cual podría dar una dimensión de la cantidad de materiales tóxicos que producen.

 

Sí. Cada año se consumen 75 toneladas de baterías de telefonía inalámbrica; el 18 % del contenido de estas baterías es cadmio y el 20 % es níquel, por lo que se calcula que cerca de 28.5 toneladas de residuos peligrosos son generados anualmente por las baterías utilizadas en teléfonos celulares.

 

 Evitar el uso de aparatos que necesitan de pilas o baterías para funcionar.

    • No tirar las pilas en la basura, el campo o la calle, sino en los depósitos dispuestos para tal fin.
    • Exigirle a los fabricantes de pilas que utilicen sustancias no tóxicas en sus productos, y que sean ellos quienes realicen programas de recolección y reciclado de pilas.

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